¡HAGAMOS YUNTA!

El Centro de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud, convocó al certamen ¡HAGAMOS YUNTA!, Expresiones Creativas de la Tradición del Boyeo y la Carreta, cuya muestra se inauguró el 5 de noviembre 2015 en el edificio de dicho centro, Avenida Central de San José, Costa Rica.

El panorama de actualidad y la cultura contemporánea son movidos en gran medida por el mercado, razón por la cual es necesario que nuestros productos alcancen presencia y posean identidad, que sean competentes y arraiguen en muy diversas fronteras. En esa perspectiva se vuelve fundamental estimular concursos y realizar muestras para activar una imagen de país en que dichos productos, por su calidad de fabricación, innovación material, técnica, y de contenido, alcancen esos rigurosos estándares internacionales. El certamen convocado por Patrimonio adquiere peso y requiere ser apoyado por el conjunto de instituciones del Estado, la sociedad civil y el comercio nacional para que los proyectos premiados no se queden archivados como “buenas ideas” sin que lleguen al proceso de comercialización.

El Certamen ¡HAGAMOS YUNTA!

Ofreció importantes premios en tres categorías: Arte, Emilia Prieto Tugores; artesanía, Sigifredo Garro Cordero y diseño, Daniel Alfaro Corrales. Como principios oportunos resulta fundamental establecer estos premios con nombres de personalidades referentes en cada campo, para que se vuelvan una tradición esperable y que estimulen la producción responsable, innovadora, profesional, en cada espacio de actuación; además, como es el caso de la presente versión 2015, que enaltece la figura del “boyeo y la carreta”, elementos de identidad que enmarcan la tradición fuertemente arraigada en la cultura costarricense.

“Güeyes” de Silvia Esperanza Paniagua Arguedas, segundo lugar categoría artesanía. 

“Montado en la Carreta” de Catalina Camacho Villalobos, tercer lugar.

Premiación

El jurado del certamen estableció que el primer lugar de la categoría de Artesanía Sigifredo Garro Cordero, fuera declarado desierto, considerando que aunque la muestra presentada al concurso es de un buen nivel, aún así no alcanzan los estándares de innovación que requieren las artesanías locales, de manera que se vuelva un desafío para nuestros artesanos al intentar innovar y atender a la creatividad. En segundo lugar se premió la pieza “Güeyes”, de Silvia Esperanza Paniagua Arguedas, una pieza jocosa, ingeniosa, de buena factura la cual utiliza creativamente materias naturales como la semilla del zapote, las flores del eucalipto y las espinas del cornizuelo. El tercer lugar destaca el bolso “Montado en la Carreta” de Catalina Camacho Villalobos.

“Serie Paisajes de Carreta”, de María Fernanda Matarrita Hidalgo. Grabado en metal. 

Primer lugar categoría arte.

“Jalando Parejo” de Ana Beatriz Sánchez Malavasi, fotografía digital, segundo lugar.

En la categoría de Arte Emilia Prieto Tugores, el jurado destacó en primer lugar un tríptico de grabados en metal titulados “Serie Paisajes de Carreta”, de la artista María Fernanda Matarrita Hidalgo. Quizás la tendencia en la participación -principalmente en pintura- el factor innovación fue escaso. Estos grabados y la fotografía distinguidos ofrecieron un espacio alternativo, de buen rigor técnico y creativo, valores necesarios para alcanzar visibilidad dentro de una representación a veces demasiado “souvenirizada” y que se vuelve arte de “lobby” de hotel o tienda de aeropuerto.

El segundo lugar lo obtuvo la fotografía “Jalando Parejo” de Ana Beatriz Sánchez Malavasi, quien fragmentó el espacio fotográfico para incorporar una narrativa enmarcada en la temática del concurso, lograda con el importante filtro de la estética y la calidad; el tercer lugar fue declarado desierto.

“Montando Carreta”, de Andrés Murillo Morales, primer lugar categoría diseño

“Costa Rican Mandalas”, de Max Cantillo Vargas. Tercer lugar

“Saladito y pimentado” de Juan José Alfaro Alfaro. Mención de honor

La categoría de Diseño Daniel Alfaro Corrales, distinguió en primer lugar el diseño textil “Montando Carreta”, de Andrés Murillo Morales. El segundo lugar se declaró desierto y el tercero premió “Costa Rican Mandalas”, de Max Cantillo Vargas. Además extendió una Mención de honor a la pieza “Saladito y pimentado” de Juan José Alfaro Alfaro. Esta categoría también requiere atención por parte de los concursantes. Un buen proyecto de diseño, para que destaque en un concurso o en el mismo mercado –y sobre todo si se pretende alcanzar la meta de la exportación-, requiere integrar insumos tales como marca, empaques, coordinación en aspectos de comunicación del producto, e incluso, hasta prever el impacto de como van a ser mostrados al público en ferias o en el comercio.

“Estudios sobre control: ¿Cómo las Vacas?” de la artista Ana Sofía Meneses Guzmán

Como comentario al margen, pues no obtuvo premio en tanto algunas de las piezas complementarias evadían el tema central, pero complació bastante la pieza “Estudios sobre control: ¿Cómo las Vacas?” de la artista Ana Sofía Meneses Guzmán, por ser una propuesta preñada de los atributos del arte conceptual; se trata de uno de esos “fierros” hechos en el taller de forja para marcar el ganado, práctica criticable por su carácter de crueldad animal, pero la artista subvierte ese aspecto y lo vuelve jocoso o lúdico al evidenciar el contenido del vocablo: “Pura Vida”; con ello lo liga a factores de idiosincrasia, con esa frase que se vuelve pegajosa, de uso popular, y que identifica el turista que nos visita.

El jurado 

Estuvo integrado por la antropóloga social e historiadora Carmen Murillo, por la diseñadora y fotógrafa Lidilia Arias, por los artistas Eugenio Murillo Fuentes y Herbert Bolaños, además del diseñador y artista Luis Fernando Quirós.

En conclusión, el certamen tuvo éxito por la buena participación de concursantes muchos de los cuales no llegaron a ser mostrados por las exigencias mismas del certamen y la muestra abierta en el edificio de Patrimonio. Sin embargo devela algunas falencias en cuando al detalle y rigores técnicos en la producción y futura comercialización de productos con sentido, con identidad, con diseño y con factores de innovación que distingan el hacer yunta entre el diseñador y el fabricante –en el caso del diseño artesanal y diseño de productos industriales, y del concepto o pensamiento creativo en el arte que catapultan a una buena pintura, fotografía o escultura.