lunes, 10 de agosto de 2015

Jason Mena: Coste de oportunidad

Cual economista y conocedor de los intrincados laberintos financieros y de los flujos de la economía, Jason Mena exhibe “Coste de Oportunidad” en la Sala 1.1 del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, del 30 de Julio al 27 de agosto 2015, curada por María José Chavarría.

Tanto el montaje como lo expuesto: gráficas, poesías, instalaciones, o como el muro empapelado con páginas de un diario internacional pintado de negro, y por ello no se lee pero su contenido está inmerso en la penumbra, suman a una concepción minimalista del espacio expositivo, para un contenido de cifras y valores que se mueven hoy en los monitores de las computadoras y las redes, cohesionado el trabajo del comercio, empresarios y/o usuarios de un dinero que a veces pareciera ser un cuerpo vacío, ser una palabra sin contenido, sin peso, un espejismo pues tarda en llegar a nuestros bolsillos que vuela, desaparece.

En esa ligereza o liviandad que pareciera levitar -se advierte en el diseño museográfico de la muestra-, existe nitidez, precisión, se trata de un lenguaje cifrado que no nos pertenece en tanto solo es patrimonio de los poderosos, de sus arcas, pero con el cual no podemos negarnos a jugar, pues cada uno está implicado en esos numerales y lenguaje, hoy tratado por este artista de origen portoriqueño.

Jason Mena. The Confusion of Tongues, 2010-2014

Al centro de la sala se colocó una pieza formada por muchas monedas que circulan o que dejaron de circular en varios países del continente, están dispuestas en orden de tamaño, por lo que sugieren la pirámide y su poder simbólico, como esas graficaciones del lenguaje de la economía mundial que demuestra crecimiento o caída: The Confusion of Tongues” 2014. No pasa inadvertida por los matices y brillos del dinero sólido, que ya casi no existe delante de los procesos de devaluación de las monedas nacionales y el boom del dinero plástico, o por la pérdida adquisitiva que latente, amenaza, pues solo beneficia o acrecienta a tales arcas hegemónicas y directrices dictadas por los centros financieros en Nueva York, o el Banco Mundial en Europa.


Es una de esas muestras que emociona observar pues clava en la conciencia un aguijón adherido a la memoria, en las verbalizaciones o discursos especializados que no comprendemos pero atraen, en apariencia de nada nos sirven pero incomodan, o por el contrario activan a trabajar más para tener más, o al menos intentar aparecer en esos encadenamientos poéticos tratados con gracia por parte de Mena, parangón de aquellos otros listados del mundo financiero y mercantil que hoy en día tienen tan de cabeza al mundo.