lunes, 12 de octubre de 2020

Gráfica en los muros de OAXACA

 


Ricardo Ávila, la figura de Frida Kalho en la gráfica mexicana.

Los muros de una ciudad son un museo del cotidiano, en el cual se adosa la gráfica que es el pensamiento del colectivo que la habita: Carteles, afiches, grafiti, rótulos callejeros, letreros, papeles pegados con mensajes comerciales, políticos, es un compendio de comunicaron visual que interesa al artista, al antropólogo, al sociólogo, a todo aquel que expande su conocimiento a partir de estos insumos que le da el medio, el muro o la pared. 

El artista de origen costarricense Ricardo Ávila, hoy en día radicado en Oaxaca, México, se interesa en toda esa carga de simbolismos, y en todas sus salidas a la ciudad captura, con la cámara de su celular estas imágenes que son un basto inventario para conocer al ciudadano, para saber de aquella cultura popular tan arraigada en sus tradiciones, mitos, pero también ilusiones.

Aparecen pintados seres mitológico, seres del artificio creativo que postea la tradición, el folclore, queda retratada la idiosincracia, la manera de ser y ver las festividades tales como la religiosidad o aquello en que cree el pueblo. Destaca el icono de la muerte, como componente activa del imaginario mexicano que deriva del arte del inconfundible José Guadalupe Posada. 








Ricardo Ávila, gráfica mexicana en las paredes de la ciudad de Oaxaca.











Ricardo Ávila, gráfica mexicana en las paredes de la ciudad de Oaxaca.








Ricardo Ávila, gráfica mexicana en las paredes de la ciudad de Oaxaca.























viernes, 14 de agosto de 2020

Los objetos de Oscar de la Cruz

 Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista.

Los objetos ensamblados, o recreados, debido a la alta sensibilidad de artista fotógrafo, el costarricense Oscar de la Cruz, observan una ilusión, una ironía juguetona y mordaz que en principio, provoca risa, pero como dicen en el argot popular, nos dejan con el clavo. 




 Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista.

Plantean un concepto, amalgaman una imagen o representación de algo que ya conocemos, pues sl ignorar qué es el objeto no nos daríamos cuenta del fraude o ilusión. 



Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista. 

Son objetos equívocos, no reales, no son una verdad. Pero técnicamente están tan bien hechos y acoplados, que sugieren otras cosas en la imaginación, a causa del engaño que busca afectar los sentidos perceptivos del observador. 



Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista.


Y aunque parezcan reales, dejan un sinsabor en la conciencia y captación del nivel de irrealidad. Exigen a los sentidos repasar la experiencia hasta tener la total explicación a lo que mira y encuentra en cada objeto.



Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista.

 

Ya Picasso se había servido de ese carácter de ilusión al representar o sintetizar la forma de otra cosa, como la parte de una bicicleta, que en adelante fue la cabeza del toro o de una cabra. Duchamp, tomó un mingitorio, cuya función era ser orinal, le dio vuelta y dijo que en adelante sería una fuente, de esas ubicadas en edificios públicos para tomar agua, y la firmó con el el seudónimo R. Mut, 1917. Para Man Ray los objetos representaban la construcción de su universo interior, el espejo donde se refleja los simbolismos de su amplísimo imaginario.

 


Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista.

Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista.


En el caso de Oscar de la Cruz, las metáforas o paradojas objetuales alcanzan credibilidad, debido a su habilidad técnica y correcto tratamiento y acoplamiento, pero también de la buena fotografía. Es de esa manera que nos sorprende, y nos sacan un gesto de admiración, al evocar su función original, en adelante pervertida por su aguda imaginación de artista.



Los objetos de Oscar de la Cruz. Foto cortesía del artista.


viernes, 13 de marzo de 2020

Carlos Roberto Lorenzana: Estados del Alma

Galería de la Universidad Autónoma de Centroamérica UACA

Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

El artista, al abordar la temática de una muestra personal, conceptualiza, reflexiona, entreteje sus ideas para conformar un discurso; sondea el lenguaje y los materiales, al considerar la efectividad de los recursos y técnicas visuales. Explora el terreno a cultivar, incluso, previsualiza una estructra compositiva con planos y líneas que intersecta, donde él desea que merodee el impacto de la obra. Importa decir, a este nivel, que todo sin excepción posee lenguaje

Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

Habla, una línea recta o curva, gruesa o delgada; nos dice un plano de color, un billete o estampilla, o un dibujo a conté y sanguina; trazado a pincel seco o a pluma; nos comunican a la vista, o resuena una musicalidad propia de cada signo que sentimos o escuchamos no con el oído, sino con el alma, en un internamiento con sí mismo donde se explora otro flujo de poesía, la suya propia. Comunica, como también lo hacen los materiales, la tela o el papel, la superficie rugosa o lúcida, grados de transparencia u opacidad, o sea conforma el “abc” o tácticas de su discurso.

Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

Conceptualizar 
En tanto que él maneja sus contradicciones, las del arte contemporáneo y las suyas propias, las de las tendencias actuales y eso que constituye mirada interior, pero con otro carácter de contingencias, conceptua dichas estrategias visuales que incrementan el lenguaje. Todos debemos apreder a construir y constituir un discurso a partir de esas vicicitudes cotidianas, y que son muy personales, discurso que posee varios niveles.

El de fondo, que es donde se advierte el pulso de lo que se expresa, el bajo continuo que sortea un ritmo y estructura la obra. La capa media que amalgama los recursos, los implica con discursos que van a ser relacionados, referenciados, y, finalmente, la capa superior que abrillanta lo que se transparenta y que será recordado, grabado en la memoria en tanto somos espectadores de su obra.
Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

Hablamos del enganche, de un garfio a veces agresivo que emerge de dentro del cuadro y nos punza, y pretende meternos en los adentros de ese discurso. Pues, al contrario, una obra que veo y no provoca nada, que no me instiga ni cuestiona nada, apreciarla, sería perder el tiempo.

Lorenzana, es conocedor de la realidad de esta construcción que llamamos obra de arte. Su sensibilidad selecciona imágenes del cuerpo humano y en particular de el esqueleto, pues en los huesos además de sostener se ubican los resonadores que amplian esa musicalidad que persigue. 

Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

Elabora los planos, tratados al óleo con contraste de color, y el costructo de líneas, rojas y negras que aportan espacialidad, nos brindan la idea de superficie en aparente sociego, pues detrás de esa tramoya colisionan los vectores de la mirada, de la interpretación, de hacer cuajar los significados del arte actual.

Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

El dinero
Se sirve, en la mayoría de los casos, de papel moneda, billetes bancarios adheridos al plano; como un estudioso de numismática, que se interesa en esta tipología de valores. Pero, Lorenzana, introduce el cuestionamiento que es mas de carácter ontológico: ¿Por que hablar del alma, de lo espiritual e intangible incluso escatológico, con el dinero, signo mundano, del poder, pero también de ofuscación y muerte? Nos recuerda sus piezas expuestas en “Dirty Money”, expuestas en el Museo del Pobre y Trabajador para la Octava Mayinca, que también se expusieron en Indore India, y serán expuestas en “Pitoes das junias”, Portugal, este verano 2020.

Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

El dinero en el caso de este creador visual es subversivo, coarta la sensibilidad y belleza del discurso del alma, del estado de contemplación que mueve al cuerpo al adquirir esas posiciones en la obra, en tensión con el vil metal, como llamamos al dinero, en mutua subordinación entre vida y muerte.

Carlos Roberto Lorenzana. Estados del Alma 2020/ Mixtas

viernes, 13 de diciembre de 2019

TEXTO. Contexto
Rolando Castellón en REUNIÓN

REUNIÓN es un espacio expositivo de arte contemporáneo, como otros lugares que brotan en San José y la periferia ante la necesidad de exponer, en un país donde la cultura oficial cuenta con museos y suficientes metros cuadrados de salas, equipos de trabajo especializado, e infraestructura, pero donde no hay lugar para exhibir. De ahí que haya flujos emergentes privados, como La NOBienal, Museo de Pobre & Trabajador, y este mismo espacio en San Rafael de Escazú, para entablar una reflexión desde la contracultura, en tanto que dentro de esos bordes de la oficialidad se advierte desgaste y un girar en torno a lo mismo. 

TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

TEXTO. Contexto
Aproximarnos a tener una adecuada lectura y análisis de la obra contemporánea de Rolando Castellón, requiere revisar algunos asuntos centrales a la teoría del arte. Es un trabajo áspero, crítico, nada acomodadizo, más bien nos desajusta, incomoda, subvierte lo que se sabe. Posee el teje y maneje así como comprensión de los signos del abecedario: No son tantos pero compuestos en diversidad de maneras portan al lenguaje inconmensurable.




TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

Hablando de él, diría que lo considero un maestro como el calígrafo, que va más allá de éstas habilidades o de ser un mero especialista caligráfico, o bien, podría hasta llamar a esas composiciones gráficas suyas, escrituras y “paraescrituras”. Me atrevería también a insinuar que son notaciones descriptivas de verdaderas danzas “butho”, pues al visualizar la concatenación simbólica previo a trazarlas, él se comporta como el maestro Zen, quien colecta en el sitio los impulsos o fuerzas que saben todo de él, que lo definen, y llevará a la tela impregnándola con el texto de su vida. Cada pieza, instalación, meme, caricatura, dibujo, es memoria vívida.

TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

En cada signo se lee esos encantamientos con la materia, con los (des)dibujos, o código “castelloniano”, el cual se elabora y reelabora a partir de un punto, un nudo, modulación en continuum que como rizoma brota donde nadie lo espera. Los dibujos son un meollo de señas codificadas dentro del sistema que llamamos “texto” u “objeto linguístico”, garantes de unidad visual, capaces de regenerar un contexto o sentido, donde él pone el acento, pero donde el uno es al otro, como el otro será al todo: (Con)texto, objeto, lenguaje, manifestación, (des)armonía; pues en tanto que todo queda perfecto, él lo desacomoda para darse la alternativa de volver, continuar, (des)acomodar en el ejercicio de su práctica artística. 


TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

Chamán mesoamericano
Castellón sabe usar metalenguajes o construcciones ideogramáticas, como los glifos mayas, o nudos incas que llaman quipus. Son notaciones de un discurso leído por quien es sensible a la materia, al trazo, donde cada línea posee un significado (des)enrredado y que se manifiesta en la nada o en el todo, la (in)comprensión pues si se supiera todo y estuviera resuelto, haría faltar inventar nuevos desafíos que nos reten.



TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

Semiólogos como Omar Calabrese y Edigio Mucci en Guía a la Semiótica, 1975, ya afirmaban que “el sentido no es ni material ni conceptual, sino simplemente la esencia del objeto”, o en el caso que nos ocupa, del texto. Abrahan Moles, por su cuenta decía que “El objeto (y que llamo objeto textual o lingüístico) es un mediador técnico entre el hombre y el contexto”…, o sea, se habla de un mensaje a través de los objetos, más que de los propios textos.  Aquí encuentra explicación una de sus piezas donde muestra la revista ArtForum, con una ventana desde la cubierta para cada marca de licor, e instala una botella y una copa…




TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

Hemisferios opuestos
Como comprensión de las infinitas fuerzas opuestas que subsisten entre la nada y el todo, diría que la muestra versa sobre esta lectura: “La bella (i) el bestia” -como lo escribe Rolando, pues aduce la necesidad de concordancia del género-, en una anotación escrita en la pared con su propia letra e impronta. La belleza será instigada por lo feo, a la pureza e inmaculado intentará violar el mal, a la riqueza la sigue la descomposición, la paradoja, el germen de la contradicción. 

TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

Los perceptólogos y neurólogos hablan de dos hemisferios cerebrales donde los humanos albergamos el forcejeo entre el consciente y el inconsciente, nuestras capacidades e inteligencias, pero en el caso de Castellón él sería un monstruo, con una parte desmedida o agrandada de la cabeza y rostro, por su talento de constructor de lenguajes: ¿Será que la parte creativa agrandará ese hemisferio, y el otro se reducirá, y su rostro se vería deforme?. Ahí es donde gesta ese guerreo entre el dominador y el dominado, y los grandes conflictos de la conciencia, que dilata durante la larga noche en vela, remediando ideas, constituyendo textos y contextos, dibujando en el aire o en la oscuridad.

TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

Para definir lo que significa verlo trabajar sumido en su práctica cotidiana, me apropio de las palabras del neurocientífico Daniel Goleman, respecto a la idea de flujo creativo, cuando relata lo que le manifestó un músico compositor: “Simplemente me quedo sentado, en un estado de admiración y desconcierto. Y todo fluye por sí mismo”.
Diría que esa es mi percepción de visitar la muestra “TEXTO. Contexto”, en REUNIÓN. Pero me hace falta referirme al punto (.)

TEXTO. Contexto. Rolando Castellón en REUNIÓN. Foto cortesía del artista.

Y con esto cierro esta lectura preliminar
El artista palimpsesto, el inventor de lenguajes, quien cava bajo la superficie y estratificaciones de la cultura, y lo hace con ojo escudriñador, teniendo en la mano el laúd, y en sus labios el oprobio de sus versos, por no llamarlos veneno. Ese es el Castellón que yo conozco, inquieto, lírico, audaz, mordaz, fogoso, crítico, y de humor negro. Hábil manejando armas de doble filo. Punto.


viernes, 29 de noviembre de 2019

CASA MA: Puerta al espacio de género

“Nuestros ojos no pueden parar de parpadear”. Antigua Botica Solera, San José, noviembre de 2019.

Los impulsos de exposición, vinculación, proyección e investigación en arte contemporáneo por parte de agrupaciones o colectivos, alcanzan importantes zonas de autonomía. Entre otros posibilitan desligarse no solo de la oficialidad, sino que y -en tanto acción “liminar”-, miran hacia las periferias, estudios y talleres de artistas incluso no valle-centrados, gestando estética y creatividad desde toda superficie cultural local y del istmo; lo testimonia el libro Red Casa MA 2019. Otro ejemplo reciente del accionar, fue la Décima Bienal de Arte Centroamericana, 2016, al frente de Tamara Díaz-Bringas y un selecto grupo de curadores centroamericanos, la cual tuvo uno de sus epicentros en Puerto Limón, considerando un sensible (des)borde de pensamiento crítico-creativo.

Hannia Durán. Mujeres Artistas. Fotobordado y bordado a mano.

Para las organizadoras Gala Berger, Karla Herencia y Anna Matteucci, Casa MA se cuestiona cómo establecer las perspectivas feministas inspiradas en el análisis de Orientación de Sara Ahmed, que opere en la articulación entre la corporalidad y lo espacial, para -tal y como comenta Berger en el brochure de la muestra-: “incorporar nuevos debates, movimientos y desorientaciones que desafíen el orden geográfico aparente y las direcciones convencionalmente guiadas”. Entiendo, en mi comprensión personal de comentarista de arte, el concepto de (des)orientar como una reingeniería cultural.


Hannia Durán. Fotos cortesía Casa MA.

Boquete liminar
Tratar de definir el término de puerta de acceso para una muestra en artes visuales, me condujo a Patricia Aschieri investigadora de la Universidad de Buenos Aires, quien nos aproxima al término: “Lo liminal o liminar hace referencia a una zona de pasaje, a una puerta de entrada, al origen de una zona de ambigüedad en la que algo deja de ser lo que era, para potencialmente poder transformarse en otra cosa. Convoca lo lindante, lo fronterizo, lo que pareciera continuo pero que no lo es”.  (http://iae.institutos.filo.uba.ar/área-de-investigaciones-en-artes-liminales)

Foto cortesía Casa MA.

La práctica artística es un paso por lo (dis)continuo, subjetivo, incierto, pero poseedor de pulso y desafío, lo hace desde el territorio de los conocimientos y experticia, lo cual conlleva materializar lo que produce. Las artistas expositoras en Casa MA lo saben, y es recordado por sus curadoras para que la obra de arte no pierda esa carga poética tan de naturaleza interior y propia de la mujer artista.

Anel Kenjekeeva. Transcotidiano. Fotografías y video.

Casa Ma 2019, espacios de visibilización
Llegar a un museo interesa en particular a los artistas, pero no siempre esa cultura central se interesa en sus productos (por lo general afirmo que en este país hay muchos museos, pero poco dónde exponer). Hoy, desvinculándose de los intereses oficiales la contra-cultura o no oficialidad ve hacia otras fuerzas fronterizas: personales, privadas y/o de grupos recíprocos y de autogestión. Casa MA, se realizó en una casa de habitación en Tibás, 2018. Pero también evoco los esfuerzos de otros colectivos que buscan centros culturales y/o sitios alternativos para exhibir y gestar cultura, y el sitio aporta en gran medida al discurso propuesto y especificidad mostrada.


Fotos cortesía Casa MA.

La frase de Gala Berger destacada por el proyecto: “porque siempre somos más fuertes cuando trabajamos juntas”, identifica una superficie de inflexión (la sala, galería, museo) para repensar las miradas puestas en el arte, potenciado por las sinergias en un proyecto colaborativo. Y, desde el foco mismo de la curaduría, Karla Herencia acota: “CASA MA-nosotras las artistas visuales- te invita a parpadear para despertar”.

Ivanna Yujimets. Instalación.

Parpadear/Despertar 
Abrir los ojos quizás a nuevas sensibilidades, significa engatillar la mirada hacia otras maneras de exponer y replantearse la práctica artística. En esta segunda edición, las expositoras de la primera versión actuaron como curadoras, invitando a una o más participantes a plantear la propuesta a exhibir. Es una metodología colaborativa -como dije de reingeniería-, en tanto dos voces interactúan conociéndose a sí mismas, revelándose sus modos de asumir el reto, empatía o no. Visualizan esas contingencias que presenta el no saber qué, pero que es asumido: Incertidumbre, pero que es cuando se deja guiar, y ese gesto me recuerda a la novelista italiana contemporánea Susanna Tamaro: “Allá, donde el corazón te lleve”. Esta es una noción de (des)ligue, que implica lo familiar, pero existencial, en tanto modifica la estructura social.

Foto cortesía Casa MA.

Parpadear y despertar conecta las neuronas y deseos de originar y dar ese paso por la superficie desconocida, en tensión con el sentir, que impele el corazón, aunque parezca una noción romántica; pero la vida no ha perdido ese gesto tan humano. Aunque también en la rudeza del lenguaje y los discursos actuales, se advierte mucho de ello, pulsión que motiva nuestra capacidad de sorprendernos ante lo producido, en este caso por los caracteres componentes de lo observado.

Al visitar los espacios de una antigua botica, hoy salas expositivas, nos percatamos además de otras formas de disidencia, para pulsar el interruptor que nos catapulte y empodere, y que haga al espectador parpadear, para refrescar la mirada, fija en obras muy de foco divergente, pero sin dejar de sentir esos jadeos interiores de cada exponente: sus extrañamientos pensantes, deseantes, ávidos de esta cala de miradas. Todas ellas ven hacia sus contextos cercanos, a su propia casa, familia, padre o madre, o son una investigación auto-referencial. Respiran en el mismo jardín cuyos perfumes fueron excitados por ese parpadear aludido por las curadoras en la construcción de la propuesta.

Ivannia Lasso. Asentamiento urbano.


Expositoras y curadoras
Los textos del brochure comparten diversas visiones del arte y personalidad de cada artista o curadora que intrincan con esa producción, y deseo manifiesto. Son activadores emocionales en tanto al leer, despiertan nuestros propios relatos e interpretaciones que necesariamente intentan manifestar.

Victoria Salas, en la planta alta de la botica, expone fotografías de su proceso de maternidad, y es presentada por Elia Arce, quien argumenta: “Los restos de este diálogo visual quedarán en el espacio como una instalación vivida, dejando en evidencia el entonces y el ahora de una complicidad corporal, no verbal, de una artista que decidió ser madre y luchar por el control de su cuerpo”.

                                                              Foto cortesía Casa MA.

Paulina Velásquez presenta a Lucía Madriz, y considera: “En su investigación más reciente convergen los temas de naturaleza y sabiduría ancestral, así como el estereotipo femenino que bajo la etiqueta de bruja ha servido para callar y amedrentar a las mujeres”.

Foto cortesía Casa MA.

Anna Matteucci presentó a Hannia Durán, reflexionando: “… explora diversas temáticas a partir del bordado, un arte culturalmente asociado a los valores tradicionales de lo doméstico, lo femenino, enhebrando en superficies flexibles posibles lecturas del ser mujer”. A su vez se refiere a otra expositora, a Priscilla Méndez, de quien dice: “… remezcla elementos icónicos del mundo de la internet con imágenes de su cuerpo aludiendo con ironía la sexualidad, la inocencia y la violencia, como un ejercicio de autorrepresentación en la era de la virtualidad existencial”.

A Ivanna Yujimets la presenta Etefanny Carvajal: “… incita a reflexionar sobre la relación y el reconocimiento que tenemos con nuestra cotidianidad, con los objetos y elementos comunes, los cuales contienen una carga simbólica”.

Foto cortesía Casa MA.

Andrea Siliézar escribe sobre la obra de Carmen Siliézar: “Es una forma de querer detener el tiempo y recordar un momento en la vida, de esa persona que fuimos en un pasado y que no está más, es despertar ese vestido dormido y volver a ponerlo  frente al espectador para que él mismo cuente su historia”.

Susana Sánchez se aproximó al espacio del transgénero, y en particular a las fotografías de Anel Kenjekeeva, por lo que asume el significado de la relación curatorial ante la situación, refiriendo a una conversación que la artista sostuvo con la psicóloga, docente de la UCR y mujer trans, Rafaela Sánchez: “Hay que tener apertura para ver todas las posibilidades del cuerpo y algo muy importante es no olvidar que no soy yo quien define quien es trans, es la persona trans que se define a sí misma”. Además, Susana se refiere al performance de Camila Trejos Reyes: “Dicha conducta convierte este performance que las Drag hacen en algo mucho más explícito y evidente, permitiendo al espectador cuestionarse si realmente solo existe una forma en la que se debe proyectar y vivir el género establecido por la sociedad”.

Foto cortesía Casa MA.

Para dar el paso a exponer, Ivannia Lasso es presentada por Karla Herencia, quien comenta: “La propuesta exige volver la mirada a espacios violentamente ignorados por su posición de pobreza y falta de los recursos necesarios para una vida digna y segura. Superficies que luchan por permanecer a pesar de la adversidad de su entorno, lo cual habilita un diálogo con los procesos culturales, políticos y ambientales que intervienen en el deterioro y el abandono”. También Herencia es curadora de Károl Rodríguez, de quien distingue un “humor de denuncia”, al cuestionar situaciones sociales que van desde la corrupción política, la violencia e incluso lo ambiental. “Plantea un compromiso hacia, desde y para la sociedad costarricense”.

Alejandra Ramírez es introducida por Verónica Alfaro quien analiza: “Utiliza narrativas que parten de una posible ficción, sin embargo (acá encontramos la trampa), esta nunca se transforma en mentira. En el momento que nos identificamos con estos relatos como cuerpos singulares, esto se vuelve una realidad…” Esta misma curadora presenta la propuesta de Diana Barquero, de quien destaca: “El paisaje, la ruina y la memoria son el punto de partida de Diana. Su trabajo se alimenta de la necesidad de indagar en las posibilidades para documentar aquellos lapsos en los que nuestro entorno se nos muestra frágil, cambiante”.

Foto cortesía Casa MA.

Una reproducción de la pintura de June Beer, presentada por Gala Berger, nos recibe con esta nota en vez de cédula de lo expuesto, reza: “Por razones de público conocimiento, ha sido imposible transportar la pieza de June Beer desde Nicaragua para participar en la exhibición”. Sin embargo, publica su reflexión y análisis del poder del arte de Beer en el contexto centroamericano actual.

A Andrea Bravo la introduce Danny Brenes, quien en un texto poético evoca, sus relaciones intrapersonales, entre ella y su madre ya desaparecida, y dice: “Estas fotos son estas fotos, los collages que componen Qué dicha que nos tenemos, de Andrea Bravo, como un monumento bidimensional de que lo pasajero deja huella y de que lo que nos forma es efímero”. 


Karol Rodríguez. Servicio Servil. Mixta.

Considerando lo producido y expuesto por las curadoras o las artistas expositoras, y -con esto cierro mi comentario-, entramos por otro boquete, intersticio o superficie para la lectura e interpretación de “Nuestros ojos no pueden parar de parpadear”, donde aparecen los significados y con ellos sus dosis de incertidumbre. 

Foto cortesía Casa MA.

El no saber les depara interés, en tanto si desde un principio supiéramos que significan, perderíamos el impulso de recorrer estos espacios de género, inspirados, como aprecian las curadoras, en la condición de (des)orientación, en las salas de la Antigua Botica Solera y anales de un tiempo neutro, que se detiene o por el contrario actúa como un fractal multiplicándose y es puerta para futuros abordajes de Casa MA.