viernes, 15 de mayo de 2015

Teramorfosis en Teorética



TERRAMORFOSIS, arte contemporáneo, exhibida en TEORéTica Arte + Pensamiento, del 11 de marzo al 16 de mayo 2015.

Acota la curadora Paola Malavassi en el texto introductorio de la muestra, que el término “Teramorfosis” proviene de la entomología, cuando se refiere a los organismos anormales o monstruosos. Los antecedentes de este carácter de visiones en la historia del arte y la literatura son abundantes, en muy diversos momentos y lugares, asociados por lo general a calificativos como artistas “malditos”, “grotescos”, “delirantes”, “atormentados”.

Encontramos sus manifestaciones en obras como en el “infierno” del Juicio Final de Miguel Ángel (1475-1564), mural al fresco en la pared detrás del altar de la Capilla Sixtina, se trata de una vorágine de cuerpos serpenteantes purgando culpas y motivar al espectador su propia cavilación interior. Jerónimo el Bosco (1450-1516) es el pintor del tríptico “El Jardín de las delicias”, el cual suscita fuerzas detonantes por su agudeza e imaginación. Giuseppe Archimboldo (1527-1593), pintó retratos de personajes que parecen grotescas en tanto las facciones faciales fueron representadas con frutas, verduras, flores, entre otros objetos. Francisco de Goya (1746- 1828) con “Saturno devorando a su hijo” conmocionó aquella sociedad española de su tiempo.

En el terreno literario, a todos nos sorprendió en algún momento durante nuestras lecturas juveniles “La Metamorfosis” de Franz Kafka (1883-1924), el relato genera tensión cuando Gregor Samsa, al despertar, se observa a sí mismo trepando por las paredes de la habitación convertido en una especie de cucaracha. Y qué decir de los cuentos de la montaña escabrosa del norteamericano Edgar Allan Poe (1809-1849) que a todos nos puso los “pelos de punta” y la piel eriza. Altas dosis de misterio estuvieron presentes en el cine Expresionista en los liminares del siglo anterior. Fueron revividos por el Neoexpresionismo, el Informalismo, se recuerda al grupo Kobra, y en Estados Unidos “La visita” de Willen de Kooning, pintado en 1967. En América Latina, “La Nueva Figuración” conquistó a los artistas del último tracto de ese siglo pasado, que también dio sus frutos en el país. Lo cierto de todo es que en arte, estas visiones se recrean, regeneran y reinventan. Hoy las apreciamos abordadas por jóvenes artistas locales desde los lenguajes contemporáneos, quienes manejan los simbolismos de lo fictivo y delirante.


David Garrigues. De la serie Descomposición urbana. Fotografía cortesía de Teorética.

José María Figueroa. Cuaderno Rojo y Cuaderno Verde. Fotografía cortesía de Teorética.


3 y 4 Stefan Sauter. “Picker Fence”. Fotografía cortesía de Teorética.

 Quiere decir que el espectador en “Terramorfosis” cava entre las diversas capas y niveles de información, entre los laberintos y recovecos buscando aquel mito cretomicénico que aun intimida, el cual reta a mirarnos en esos espejismos embriagantes y gérmenes de la paradoja, el ir sin rumbo cierto entre la fatalidad y la gloria del vivir actual. Al andar entre los espacios expositivos de Teorética invade la satisfacción de observar elaboraciones de buena factura, de reconocido valor como es el caso de las gráficas de José María Figueroa, proveniente de sus famosos libros de crónicas. Ahí están las maquetas bien acabadas, los dibujos a computadora perfectamente construidos, las fotografías, los imaginativos videos cargados de esos signos. Impresiona la colecta de ordenes patronales de Pamela Hernández, cuidadosamente cosidas con hilo, que nos pone delante del mítico monstruo de múltiples cabezas del Estado y en especial el de la CCSS. Me detuve a deleitarme ante las piezas de Marco Arce, Diego Arias, Michelle Ferris, José María Figueroa, David Garrigues, Pamela Hernández, Roger Muñoz, Andrés Gómez, Dino Real, Stefan Sauter, Laura Villalta, Wiesengrund Project (formado por Sergio Wiesengrund y Mariela Sandía).


Andrés Gómez (Myno). SJOl. Fotografía cortesía de Teorética.


Pamela Hernández. Patrones. Fotografía cortesía de Teorética.


Michelle Ferris y Muñoz. “Sin nombre”, video. Fotografía cortesía de Teorética.



 Diego Arias Asch. Dibujos. Fotografía cortesía de Teorética.


Roger Muñoz. La ruta de su evasión. Fotografía cortesía de Teorética.

Lo expuesto sutilmente refiere al laberinto existencial de lo urbano, con sus constructos que detrás de su apariencia caldea muchos infiernos: el de burocracia bancaria y estatal, el de las movidas bajo el tapete, el de lo ilícito y escondido, un todo que fluctúa, aparece y desaparece a conveniencia. Lo feo no está a flor de piel sino en esa criatura deforme que también se lleva adentro, y en situaciones emerge al externo para demostrar su incidencia desestabilizadora. De lo feo a veces somos portadores, sin sospecharlo nos comportamos como marionetas bajo las intensiones de los poderosos. Lo deforme es la misma ciudad que habitamos, cuya sociedad detenta garfios a punto de devorarnos, y solo se puede salir ilesos por nuestra propia pericia de “ciudadanos”, donde los mecanismos de poder arremeten, nos arrinconan contra la muralla, y si no nos comportamos como consumidores no somos nada, se debe ser sumisos a esas cifras de elevada cantidad de dígitos que se mueven por los ductos de la información y las pantallas del mercado dentro de un fiero canibalismo. Qué bueno que los jóvenes artistas aprendieron el arte de los simbolismos, de lo conceptual, ellos son buenos lectores de esos signos actuales; con Terramorfosis demuestran un punto sensible para hacer crítica social y que están bien conectados, poniendo en sus acciones además de pericia y buena técnica, un mejor pensamiento.









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