¿Qué
apreciar al visitar una exposición de arte? Cuando lo que se exhibe es un arte
subjetivo, que abriga un concepto, por lo tanto hay que escudriñarlo
preguntándonos qué me quiere decir, cuál es mi propia interpretación de lo
visto y cómo me afectará y podré asimilar. Pero cuando lo
exhibido no nos opone resistencia a nuestra lectura e interpretación, entonces no queda más que fijarse en la técnica, el encuadre o composición, sus dimensiones, los matices
y recursos tales como texturas, pinceladas, entre otros factores formales: pero
esa lectura en particular no me interesa.
Me
interesa la categoría que sí requiere de un mayor compromiso de apreciación,
cuando se sustenta en la teoría, e incluso puede presentar varios niveles de
lectura, en tanto que subjetivo su interpretación está abierta a la misma
subjetividad de los espectadores, además de la que plantea el artista y que por
lo general se refleja en el título o algún pensamiento o texto que acompañe la
obra.
Atendamos
a un primer caso: Yamil de la Paz García. TRAMPA o Killing Höller’s survivors, 2017. 120 x 120 x 50 centímetros. Instalación [cable eléctrico, enchufes y
monedas. El artista acompaña la obra con el hermoso texto de “El Sistema” del
escritor uruguayo Eduardo Galeano:
Los
funcionarios, no funcionan.
Los
políticos hablan, pero no dicen.
Los
votantes votan, pero no eligen.
Los
medios de información, desinforman.
Los
centros de enseñanza, enseñan a ignorar.
Los
jueces, condenan a las víctimas.
Los militares
están en guerra contra sus compatriotas.
Los
policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos.
Las
bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.
Es más
libre el dinero que la gente.
La
gente, está al servicio de las cosas.
Yamil de la Paz García. TRAMPA o Killing Höller’s survivors, 2017. Foto LFQ.
Mi
propia interpretación
Hoy en
día es muy importante externar nuestra interpretación, tener voz, levantar la
mano, aguzar el pensamiento crítico, servirse de la hermenéutica al
reinterpretar los textos, acariciar las dotes de la semiótica para alumbrar lo
oscuro. El poema de Galeano nos refiere a una crítica a la sociedad, al
sistema o estructura social, y en ello –en su selección por parte del artista-,
es consecuente con la subjetividad de la obra de arte. Esta es mi lectura:
Yamil
de la Paz García presentó la instalación “TRAMPA o Killing Höller’s survivors”,
un título que no me dice mucho pues la traducción al español sería algo así
como “matar a los supervivientes de Höller”, no tengo referentes para saber
quién es “Höller”, tampoco es exigido que lo sepa; pero sí me dicen los signos
que portan los materiales utilizados, es un desafío que me engulle a buscar
significados a ras del suelo, donde el artista dispuso la pieza en Gráfica
Génesis: Unos cables y un puñado de monedas tiradas en el pavimento, que parecieran
salidas de los cables eléctricos, y que al tocarlas puede que cortocircuiten. (Aclaro que posteriormente el artista me pasó un mensaje en FB con el enlace del referente: Carsten Höller (German, born 1961).)
Primero
que todo me instiga a comentar acerca del significado del dinero en la
actualidad, y eso me recuerda un decir de los viejos en tiempos en que yo
comenzaba a hacer vida, a tener un trabajo, estudiar y sentirme autónomo, libre
de pensar y de actuar, ellos, los viejos, decían que “el dinero es lo más sucio
que existe”, pues jamás se sabe por qué manos han pasado o en qué trapos sucios
ha sido envuelto.
Luego
me referiré a los cables, a esas conexiones por cuyos hilos de alguna aleación
metálica corre la energía eléctrica, y con ello da poder a las máquinas donde a
su vez hacen fluir los datos, y aunque por estos cables no corre el dinero
“contante y sonante” tal y como el que se aprecia en esta obra en mención, tiene
sentido la “suciedad” o la “gracia” simbólica, pues pueden manejarse dineros
corruptos o sucios, los que se blanquean en paraísos fiscales, o de las
economías usureras como las bancarias y la de los prestamistas, pero en todo caso
actúan las tácticas del poder hegemónico, y a su vez también pueden pasar por
esos datos el contenido económico para un bien común, tendiente a solucionar
una determinada necesidad o carencia social y humana.
Yamil de la Paz García. TRAMPA o Killing Höller’s survivors, (versión con agua) Foto LFQ.
Pero tengo
hasta otra interpretación de esta misma obra en tanto se dijo que acota la
subjetividad, y está precisamente en el título: “Trampa”, la pieza está marcada
por un perímetro de cinta adhesiva, que tienen connotación de cuadrilátero, de
espacio vivencias del día a día donde ocurren los combates interiores o con los
demás, puede conllevar la lectura de campo minado, o cárcel, y es lógico que
hipotéticamente y de esas cosas que solo se explican a través del arte, alguien
quiera tomar las monedas y quedar electrocutado. Por cierto, acá me sugiere
externar una anécdota ocurrida en la segunda ocasión que fui a ver la muestra y
estuve acompañado por el Maestro Rolando Castellón, un lunes que llovió un mar
encabritado sobre San José, e inundó parte del pavimento de la sala donde está
instalada esta pieza, y yo me dije que si quizás estuvieran enchufados a la
corriente, ahí hubiera ocurrido un verdadero “chispero”. Una verdadera ¿trampa?
Segundo
caso: Juan Carlos Jiménez. Ai fil so lonly (Me siento tan sola) 2017.
30 cm x 40 cm. Acrílico sobre tela.
El artista acompaña la pieza con este texto:
Un “selfie” trata de vender(nos) la mejor versión de nosotros mismos. Somos nuestra propia marca y los “selfies” son simplemente nuestros anuncios.
Nos permiten posicionarnos, muchas veces frente a nuestros competidores, para ganar
reconocimiento, apoyo y, finalmente, relacionarnos con nuestro círculo social y lograr ser amados.
Juan Carlos Jiménez. Ai fil so lonly (Me siento tan sola) 2017. Foto cortesía LaNo Bienal.
Mi
lectura de “Ai fil so lonly”
Una
joven mujer se autorretrata con su celular en mano haciéndose un “autorretrato”.
Algo tan común con la vida actual y el valor que adquieren las redes sociales
para vincularnos, para generar relaciones intrapersonales. El personaje se
aferra a su celular, como su única clave de acceso a ese universo de las comunicaciones
contemporáneas, pero de alguna manera nos refiere al grado de deshumanización
en que nos movemos cuando si no se tiene ese instrumento, nos sentimos
aislados, incomunicados, y aunque estemos acompañados en un espacio de
interacción humana como un bar o una cafetería: “Ai fil so lonly”.
Incluso esos productos pasan a ser objeto de posicionamiento social,
pues si el celular es de una determinada marca, demuestra dicho nivel de acceso
o pertenencia y es un discurso de poder. Pero por otro, como diría Debravo, ese
producto que en el fondo es un objeto de servicio, termina siendo nuestro
propio carcelero.
Tercer
caso Marco Phillip Figueroa. Roo-ah, 2017. Tiza pastel sobre cartón de
presentación.
El pensamiento del un artista es inconmensurable,
como el vacío que dista entre el cielo y la tierra, como dice el Tao, o similar
a la oquedad del tubo de una flauta, es un vacío, pero su contenido es
inagotable. En el caso de la obra de arte por el pueden pasar desde ocurrencias
hasta un sentido crítico y posicionamiento del artista. Esta pieza es un
retrato realizada con una técnica bastante difundida como es la tiza pastel,
que, hasta el momento, no tiene nada especial, es un ejercicio más de la técnica y creatividad de
su autor. Pero quizás, y me permito especular en el buen sentido del término,
al leer los requerimientos y textos de los curadores, percatarse que esa “pintura”
así como fue hecha se ubica en una “zona de confort”, el artista decidió poner
el cuadro de cabeza, en una manera de estar al margen, incomodar o como llevar
una piedrita en el zapato que no nos deja tranquilos, o por el contrario, ponerse
lúdico o juguetón.
En el texto de los curadores se indica:
Los
curadores de Zona de Confort han
extendido una invitación a diferentes artistas a plantearse una reflexión
crítica sobre sus procesos creativos y presentar un ensayo visual que salga de
su habitual trabajo (zona de confort). El ejercicio de trazarse nuevos
rumbos y
ofrecer una obra con un carácter
fuera de lo que han hecho, pretende brindar la oportunidad de una reflexión
desde la estética de la fealdad, y preparar una serie de obras que integren una
muestra poco complaciente y que pretende generar sentimientos encontrados.
Marco Phillip Figueroa. Roo-ah, 2017. Foto cortesía de LaNo Bienal.
Y si no
ocurrió de esa manera, si la explicación es otra, todo lo dicho y escrito por
mi en este texto está dentro de un rango de probabilidad y subjetividad,
entonces mi consejo es cambiar de estrategia, meterse en otro modo de
frecuencia, pues puede que la solución sea tan fácil que sigan confundiendo los aportes a una plástica o visualidad que está en perenne construcción como es el
arte contemporáneo.
En Conclusión
Nuestra
propia interpretación -o la de cada uno de nosotros espectadores de una obra o
exposición-, es importante, en tanto genera referencialidad e intertextualidad,
complementando la interpretación del mismo autor e incluso la del curador o la
del crítico de arte: no la sustituye, la enriquece, para que la visita a un
museo sea un gesto inusual, que exige un viaje a la interioridad y a la memoria
de cada uno, para que esas nuevas cogniciones sean registradas en nuestro acervo personal, y poder decir
al salir del recinto que aprendimos, de lo contrario, perdimos el tiempo.
En mi
caso personal la obra que más aprecio fue la que opuso mayor reto a la
interpretación, las demás quizás pasan desapercibidas y en mi situación
personal no me motivan en absoluto a sentarme a escribir.
Pueden
que “postee” otros comentarios, esa es la gran posibilidad de las redes y los
blogs, incluso de corregir mis apreciaciones, pues asoma otra enorme carga de
sentido y es la de la incertidumbre que fluye por todos esos mismos conductos tecnológicos
que hemos señalado. Les recuerdo que también publique otro texto de este evento
en la revista on line L’ FATAL No. 10, en el siguiente link < https://issuu.com/lfatal/docs/l__fatal_10
> y que titulé “Zonas de Confort y Premisas Dominantes”.
Ya para
terminar, cito de nuevo el texto de Galeano aludido por de la Paz García que
nos puede dejar clavada la espinita o volver a oponer la piedrita en el zapato:
Tiempo de los
tramposos:
la producción no rinde,
el trabajo no vale.
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