La inauguración de este evento
se realizó el sábado 8 de abril de 2017, en el Museo Municipal de Cartago, y me
permitió conocer el trabajo de muchos artistas con quienes no había tenido
ningún acercamiento anterior, pero que en tanto producción cultural, me
interesa seguir y observar. Ante todo felicito a la Asociación de Artistas
Visuales (ACAV), por la realizar con feliz término su “Salón ADN CR 2017” y por
la adopción de una temática tan importante en tanto estimula a reflexionar
sobre los valores de nuestra nacionalidad e identidad costarricense. En segundo
término felicito a todos los artistas miembros quienes presentaron sus obras
las cuales acrecientan dichas valorizaciones y permiten cumplir los objetivos
de su organización para visibilizar su arte. También felicito al Museo, a don Frank
Quesada su director y al equipo por el montaje tan esmerado, profesionalidad de
detalles y producción de la muestra. En tercer instancia felicito a los miembros
distinguidos con los siguientes premios y menciones de honor.
“Sin título” ensamblaje de Marianela Salgado. Foto cortesía de ACAV.
“Sin título” ensamblaje de
Marianela Salgado. Es otra una de las menciones de honor, propuesta que ancla
en la evocación-reflexión de la memoria histórica del costarricense, sumida en
el fenómeno cultural y social, cuando nos catapulta hacia un tiempo y espacio en
el cual rememorar las experiencias escolares y colegiales, cuando los maestros de
música nos enseñaban esas canciones e himnos que aparecen en el librito “Lo que
Canta Costa Rica” al lado de dos arbolitos de alambre; interpreta nuestra
nacionalidad y aquellas raíces que jamás se olvidan.
“Los cayucos”, fotografía de Iris Odio. Foto cortesía de ACAV.
“Los cayucos” de Iris Odio
recibe otra de las menciones. La fotógrafa capturó una imagen muy singular de
unas pangas o “cayucos” en una laguna o río en el territorio montañoso del
Telire, cargándoles además de un sentido de extrañamiento y sensibilidad
apropiado por la técnica en blanco / negro y el virado fotográfico. Son
evocaciones de lo temporal que parece desdibujarse por las tensiones modernas
pero donde lo originario y lo nuestro, como lo es el paisaje, intentan pervivir
y no borrarse ante el asfixiante bombardeo de imágenes cliché recibidas por la
tv e internet.
“Páginas” de Silvia Monge. Foto cortesía de ACAV.
“Páginas” mosaico de cuadernos
cosidos sobre poliéster de Silvia Monge también recibe otra mención. Se trata
de un conjunto de decenas de libritos hechos a manos y en miniatura, que se
convierten en signos de la memoria de tantas páginas escritas, leídas,
asimiladas u olvidadas que intentan atraer nuestra atención hacia esos valores
como identidad, tradición, idiosincrasia y centralizar al individuo creativo
como potenciador y productor de cultura.
Li Briceño. “Puntadas en el agua-lluvia” instalación. Foto cortesía de la artista.
“Puntadas en el agua-lluvia”
instalación de Li Briceño recibió el Primer Premio. Exhibe una sensible
metáfora para la contemplación de la lluvia caer, sobre un conjunto de
bordados, lluvia observada en los hilos que cuelgan de la estructura dispuesta
en lo alto de la sala, resuelta en los diversos matices de azul -simbolismo que
me evoca unas frases del poético “Cuento Azul” de Margherite Yourcenar-, pero
sobretodo, ancla en el intimismo femenino en aquella acción cotidiana del
bordar.
Li Briceño. “Puntadas en el agua-lluvia” instalación. Foto cortesía de la artista.
De alguna manera esta pieza “Puntadas en el agua-lluvia” me conecta también el grabado “Dibujo de desbordes” -central
en la realización de la recién pasada “X Bienal Centroamericana”-, en tanto en
el silencio, la mujer dedicada a la faena de bordar no se disminuye ante la prepotente
sociedad, la política, la región y la moral que abordó Emilia Prieto Tugores
con su arte a mediados del siglo pasado. Es una instalación muy bien resuelta, que
además de esos aspectos de contenido teje, con delicados hilos cual brocados,
un lenguaje reflexivo del rol femenino en el tejido de la sociedad costarricense
contemporánea.
Ana Beatriz Sánchez, “Se Construye”. Foto cortesía de la artista.
“Se Construye” es la mixta de
Ana Beatriz Sánchez la cual recibió el Segundo Premio. Son dos piezas que encadenan
una secuencia de mapas y símbolos discursivos de la Costa Rica actual, los
cuales a su vez están intervenidos por la línea hirsuta que observa quizás una
ruta crítica, la cual responde quizás al ámbito económico, a la realidad social
de un país que es vendido por las campañas que la publicitan como un paraíso
verde, pero en la realidad, está sumido en la violencia, la contaminación, y
otros males que influencian a su sociedad, que si la dejamos al garete como
parece estar, puede fenecer. La pieza de Ana Beatriz motiva a esta fundamental
reflexión sobre nuestra identidad desde el pensamiento crítico que le
caracteriza.
Ricardo Alfieri, "Altar". Foto cortesía del artista.
Ricardo Alfieri con "Altar" recibió el Tercer Premio. Con una técnica mixta muy singular a partir del
revestimiento de la piedra bola de río, Alfieri remite al lenguaje del arte
originario prehispánico, cargando a la piedra de un signo de propiedad e
imaginario, que implica a su vez la propia naturaleza y el valor indiscutible
de originalidad, para atraer las miradas hacia ese objeto símbolo de una nueva
sensibilidad que intenta rescatar e iluminar desde las prácticas creativas contemporáneas
la grandeza de nuestras culturas vernáculas.
Arturo Santana. "Identidad en Construcción", escultura. Foto cortesía de ACAV.
Doreen Bakit, libros arte. Foto cortesía de ACAV.
Oscar Carmona, "Ancestro", escultura en vidrio fundido. Foto cortesía de ACAV.
Ya finalizada la etapa previa y apertura
de lo expuesto, siento la necesidad de mencionar algunas piezas que aunque no
fueron distinguidas con mención o premio, persisten en mi propia mirada al
salón, y que son cercanas al arte que más me interesa comentar, como las
acuarelas “Animalística y representaciones” de Xinia Matamoros; la escultura del
metate estilizado “Identidad en construcción” de Arturo Santana; el grabado “Evocación”
de Fernando Rudín; la abstracción “Kandish” de Ileana Piszk; el libro arte “9
Mujeres” de Lil Mena; los libros arte de Doreen Bakit; el tríptico conceptual “Desnudo”
de Magda Córdoba; la escultura en vidrio “Ancestro” de Oscar Carmona; la video
instalación “De Paseo” de Alonso Durán; el collage “Costa Rica a través de mis
ojos” de Margarita de Andreis; entre otras lecturas. Agrego, respecto al Salón
de Socios Honorarios, la pieza de Dinorah Carballo "Arcillosa/mente
dúctil", una instalación con diversos materiales hallados en su entorno, y con los
cuales compone su discurso de lo actual, cuando se comporta como “colectora de
belleza”, acción que un día visualizó el emperador romano Adriano, en sus
memorias reescritas también por Yourcenar: “quién termina encontrándola donde
quiera”.
Dinorah Carballo "Arcillosa/mente dúctil", instalación. Foto cortesía de la artista.
Incluyo, para complementar, el
texto o motivación inicial con el cual definí mi percepción del arte desde la
mirada crítica y autoreferencial, abordaje central del presente tercer salón de
ACAV.
LFQ. en la inauguración del III Salón de ACAV. Foto Camila Ávila.
ADN Costa Rica: “Construirse a sí mismo”
Lidiar
con un abordaje como las identidades costarricenses propuesto para el III Salón
Anual de ACAV, precisamente titulado “ADN Costa Rica”, permitió a los miembros
de esta asociación abrir un arco muy amplio de posibilidades para el trabajo,
en tanto que todo lo producido con estos planteamientos temáticos y técnicos,
sin lugar a dudas es nuestro, aunque el abordaje se disparare hacia otras
visiones colaterales o vertientes paralelas, serán siempre portadoras del signo
de nuestra propiedad. Lo que hagamos como artistas estará sellado por dicha
marca de identidad. Sin embargo, en el mismo momento de decidirse a realizarlo
y firmar el pacto, se adquiere el compromiso y responsabilidad de producirlo de
la mejor manera, en tanto fuimos, somos y seremos la voz actuante en ese
complejo proceso creativo.
En otro
ángulo de este enfoque, el tema activó a los artistas a indagar cuál sería el
encuadre que favoreciera su inserción en una noción tan heteróclita, como el
desafío que se le planteó de sondear qué es lo que otros se fijan en nosotros,
cuando nos resulta tan difícil observarse a sí mismos. Pienso además que cuajar
este enfoque, lo alinea con una tendencia de inicios del tercer milenio, y que
desde la última parte del siglo pasado ya venía tramándose en la cultura
internacional, recuérdese aquello del “Yo soy Tú, y los discursos de la
Otredad, propios del Postmodernismo. Mirarnos a sí mismos, valorar los orígenes
y lo originario delante de los otros, responde a una interrogante tan de
naturaleza ontológica cuya principal percepción es responder a quiénes somos en
este magno universo. Implica de una manera contundente la “investigación
autorreferencial”, cuando nos proponemos observar los caracteres de diversidad,
étnica, cultural, social, política, religiosa, de género, entre otras maneras
de pertenencia, primero como costarricenses y artistas, para luego imbricar la
valía de nuestros aportes dentro de las manifestaciones artísticas actuales de
la cultura contemporánea.
Al
apreciar en conjunto las obras presentadas para exhibir en este tercer salón
anual, encontré que la pertenencia al arte originario o prehispánico, es fuerte
y consistente; se aprecia en muchas propuestas de interés y fortalezas y que de
alguna manera se ubican en la tendencia postcolonial. En menor medida se
aprecia la presencia del paisaje urbano y/o rural, así como nuestra profusa
naturaleza; un gesto que de por sí posee potencial en tanto somos un país que
se gloría por esas dotes naturales. Pero creo que en mayor medida, la principal
ojeada se dio hacia nuestra mismidad, al redirigir las miradas hacia el espejo,
cuando nos ponemos delante del yo y del otro, mi semejante: e intrincan las
relaciones intrapersonales, que son un universo con otras problemáticas de
punta, como las tensiones psicológicas, patológicas y socioculturales actuales
y que cada día son noticias en los medios masivos de comunicación.
En esta
perspectiva surgen las grandes preguntas ¿con qué nos identificamos?, en ¿qué
materiales nos fijamos o nos dejamos encantar?, ¿qué técnicas favorecen nuestra
expresión en el maremagno de lo creado y de la creatividad?, ¿cómo lo hago y
cuáles son mis recurrencias de estilo, técnicas y conceptuales?, ¿cómo me
relaciono con el otro, con los demás, y, muy importante, cómo es mi relación
con el entorno? Todo este marco de cuestiones contribuyó al apreciar y valorar
las obras que se presentaron al Salón, las cuales tratan, como se dijo, de
nuestras relaciones interpersonales, nuestra convivencia en un cúmulo de
consonancias, fortalezas y/o adversidades o debilidades que nos reúnen como un
grupo que establece reglas de convivencia. Se percibieron otras piezas que
cuestionan o anuncian posicionamientos hacia las problemáticas que distinguen
las maneras de ser del ciudadano, delante de las presiones externas como la
globalización y otras amenazas que aquejan a esta sociedad actual. Quizás este
fue el marco más intenso –como se dijo-, complejo, pero también desafiante en
tanto el Salón de ACAV es un acto celebrativo de reunir a tantos agremiados
para mostrarse unos a otros, valorar sus logros y sus capacidades de expresión
visual; de compartir mutuamente lo aprendido, y perfilarse como poseedor de ese
sello o marca que persiguen las propuestas.
En la
carta que escribí para incluirla en la convocatoria, comentaba que hoy en día
delante de la aguda crisis que tanto compunge a los seres creativos, por la
carencia de oportunidades para visibilizar nuestro trabajo, y el alto costo de
los insumos para producir los proyectos, volver al taller, internarnos en el
espacio creativo de lo propio: experimentar e investigar sobre lo que somos
capaces de producir, es en esa brecha en la cual logramos ser parte de un mundo
que a lo largo de la historia demuestra “construirse a sí mismo”. El artista es
un ser capaz de construirse constantemente a sí mismo, pues si se queda como
era sin asumir el reto, resultaría como quien se inscribe para hacer una carrera,
pero de pronto encuentra un buen sillón y se sienta a reposar, mientras que se
percata que los demás lo rebasaron. Hacer arte es una investigación constante,
una experimentación con los materiales pues aunque el arte siempre sea el
mismo, los modos de producción, las técnicas y el objeto portador de la
sustancia artística: la pintura, el dibujo, el grabado, la fotografía, la
escultura, el ensamble, la instalación, son siempre cambiantes y hay que saber
escuchar sus voces cada día, saberlos reconocer, y esa sintonía solo la da el
taller, no se compra ni se vende, se conquista día a día con nuestra práctica
artística.
Cada
obra es una pregunta que clama por una respuesta, cada respuesta plantea la
necesidad de detener nuestro andar por los vericuetos de la teoría del arte,
que atañen a nuestros posicionamientos estéticos y visiones de mundo. ¡Qué
bueno cerciorarse que se advierten tantas manos levantadas para externar sus
consensos o disensos. Es fundamental que existan dudas en tanto que son interrogantes
las cuales pulen en teoría lo abordado en cada entrada al taller, en cada día
de búsquedas y encuentros en dicha práctica creativa. Es bueno tener que
preguntar, o interrogarnos a sí mismo el ¿cómo?, el ¿cuándo?, el ¿dónde?, y el
¿qué? De no hacerlo, de no atender a los disensos, o evadir los
auto-cuestionamientos o las críticas o consejos de los demás, sería como hacer
arte a tientas, o hacerlo como se hacía antes, a como salga, y eso no es
precisamente lo que espera una organización como ACAV, que intenta
profesionalizar sus eventos y de esa manera proyectar una estructura
responsable hacia todos sus agremiados y a lo que espera el país de su aporte a
esta sociedad y a su cultura.
Luis
Fernando Quirós, Curador invitado
Abril
de 2017
muchas gracias Don Luis Fernando por haber contado con su valiosa experiencia y dirección en este versión del III SALÓN ANUAL DE ACAV, sin lugar a dudas ha sido una gran experiencia el haber trabajado con Usted, lo cual enriquece este tipo de eventos y enaltece muchos las motivaciones de los artistas.
ResponderEliminarDon Luis Fernando, para mi fue una experiencia muy valiosa y le agradezco mucho el apoyo que brindó a los artistas de ACAV. Aprendimos muchísimo y nuestra participación estuvo llena de entusiasmo. Fue una excelente experiencia
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