miércoles, 6 de agosto de 2014

Pedernales, entre fronteras


Este post fue publicado en mi blog Diseñacr de Experimenta.es

En la medida de lo posible comento en mi blog Diseñacr la considerable agenda de eventos culturales, y en especial de exposiciones que se realizan en la ciudad de San José y zonas circunvecinas, es demasiado amplia; para este mes de julio los espacios paralelos de TEORéTica: arte + pensamiento y el Museo Virginia Pérez Rattón inauguraron seis muestras; también, el mismo día, DESPACIO abrió una singular exhibición de videos de los panameños Jonathan Harker y Donna Colon, que también me interesaría comentar en algún momento. Una de las propuestas abiertas y que ya comenté fue “Entre Concreto”, pero también son de enorme interés “Emergencia – contextos volcánicos”, proyectos ganadores de las Convocatorias 2014, y el nuevo programa “Organización-en-Residencia” de Teorética.

PEDERNALES
La propuesta de “Pedernales” creada por Engel Leonardo de República Dominicana, exhibe tres estructuras geométricas y otros objetos que utilizan la técnica de los tejidos artesanales de la cestería, de enorme sensorialidad y valor, en tanto son producidas por las manos de artesanos que habitan las zonas fronterizas entre Haití y República Dominicana, delante de la creciente proliferación de productos industriales que competen con estos. El artista se apropia de la técnica y sintetiza dicha producción cultural observada en su investigación y documentación necesaria para plantear este proyecto, al recorrer dichas fajas fronterizas entre esos pueblos de ambas naciones caribeñas.

Tensiones entre bordes
El asunto de lo fronterizo resulta coyuntural, por ser uno de los temas que centraliza el arte contemporáneo: las migraciones de uno y otro lado de las fronteras de las naciones, o de los grandes bloques que también generan alta tensión no solo a nivel micro o de una nación a otra, sino en las situaciones macro como sucede entre Centroamérica, México y Estados Unidos, con el patético caso de los niños migrantes que se desplazan desprotegidos sin sus padres. Pero en el caso de esta exposición titulada “Pedernales”, incrementa además el debate sobre los bordes porosos del arte con el diseño, entre el objeto artístico y el objeto funcional, en tanto las estructuras paralelipípedas expuestas asemejan o simbolizan sillas, asientos o esculturas geométricas que implican gracia, buena configuración técnica y estética. Se exhiben también los sombreros que son fabricados con esos procesos artesanales de la cestería, utilizando fibras naturales propias de aquellos pueblos.

Las técnicas, materiales y su procedencia
Es una muestra caracterizada por la fuerte intención minimalista: las tres estructuras dispuestas en la sala, cada una con distinto acento cromático, y tejidos en diversas situaciones espaciales, evidencian diagonales –las cuales contienen los tejidos-, y activan el campo o espacio vacío de la sala para generar interés compositivo y discurso, además de los sombreros cuyo tejido ennoblece la naturaleza propia del material.
Un detalle fundamental y que predica esta tendencia es que con muy poco que se tenga se dice mucho: nos hablan de las fortalezas de las materias primas vernáculas utilizadas para producir riqueza para los artesanos que las fabrican y el factor cultural que atañen; por otro lado, encienden la llamita del debate de su protección y difusión, y, como se dijo, ese traslape benéfico entre el objeto que por un lado pisa las fronteras del arte y por otro las posibilidades de dicha producción creativa que, bien conducida, podría representar una mejor fuente de empleo y riquezas en el mercado para esos grupos humanos –una vez más-, fronterizos, y hasta quizás con dicho fin logren arraigo en sus propias lindes.

Cartográficas
Lo expuesto subsume un discurso que me encanta encontrar, observar, analizar, comentar, y en este espacio es mostrado con lucidez conceptual y por ello fue distinguido por TEORéTica para ser parte de su programa expositivo. Demuestra que aún existen tópicos por investigar, colectar, documentar, exhibir, curar para generar una propuesta de elocuente presencia e identidad. La visión del curador es creíble en tanto organiza los asuntos que nos unen, no los que nos separan, como la idea de hablar de “contextos volcánicos” en un archipiélago como el caribeño y del istmo centroamericano, de enormes disensos como enjambre político o social, pero conectados subterráneamente por esos flujos de fuego que se encienden entre las capas tectónicas terrestres y de vez en cuando nos recuerdan nuestra pequeñez o fragilidad humana delante de esas contingencias de la naturaleza, pero que también activan visiones que el arte estará dispuesto a atender con la posibilidades intrínsecas de generar pensamiento.






Pedernales, de Hengel Leonardo, en Teorética Agosto 2014. Fotos de LFQ.


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